Neuroeducación en el hogar

Todas las experiencias modifican nuestro cerebro continuamente, estas experiencias diarias fortalecen o debilitan las sinapsis o conexiones de los millones de neuronas que tiene nuestro cerebro. Nuestro cerebro es capaz de cambiar, se habla entonces de plasticidad neuronal, concepto que se explica en este vídeo. 



Cada cerebro es único, por lo que hay tantas formas de aprendizaje como personas. Debemos desarrollar en el hogar los talentos y la creatividad de nuestros hijos e hijas con propuestas dirigidas a desarrollar todas las inteligencias múltiples: lectura, escritura, visual thinking, fotografía, baile, patinaje, poesía, diarios, reflexiones, ajedrez, robótica, papiroflexia, excursiones... Aunque este calendario es del curso escolar 2015/2016, puede servirnos para ilustrar las distintas actividades que pueden realizarse relacionadas con el tema.




Se ha descubierto también la importancia de enseñar aspectos como la empatía, el altruismo y las relaciones sociales, que posibilitan al cerebro contactar con otros cerebros. Debemos ofrecer por lo tanto a nuestros hijos e hijas situaciones emocionalmente enriquecidas, las neurociencias han demostrado que la emoción y el aprendizaje son inseparables. Es importante por lo tanto: 
  • Tener en cuenta las emociones y trabajarlas en el hogar. 
  • Sentirse querido y aceptado refuerza los vínculos, no seamos mamás y papás helicopteros de esos que sobreprotegen y sobrevuelan continuamente alrededor de sus hijos e hijas. 
  • Enseñarles a esperar, en la sociedad actual todo es rápido con refuerzo constante, es necesario entrenar en el autocontrol, en tolerar la frustración...
  • Aceptar el ser, la emoción, pero no la conducta. Puedo entender que hoy estés enfadado o enfadada, pero no que chilles o pegues o grites. 
  • Promover apoximaciones cálidas y respetuosas. 
  • Mostrar buenos modelos de actuación. 
  • Reforzar conductas positivas.
  • Reconocer los progresos. 
  • Disciplina con cariño y autoridad, con límites y normas claros. 
  • Crecer sin miedos, ayudar a integrar experiencias traumáticas. 
  • Fomentar la responsabilidad, el cuidado y el respeto. 

Para saber más sobre el tema: 

Bilbao, A. (2015). El cerebro del niño explicado a los padres. Barcelona: Plataforma
Rodriguez, N. (2016). Neuroeducación para padres. Barcelona: Ediciones B
Siegel, D.; Payne, T. (2018). El cerebro del niño. 12 estrategias revolucionarias para cultivar la mente en desarrollo de tu hijo. Barcelona: Alba Editorial





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